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Pesimistas

Danke fürs Lesen.

jueves, 28 de marzo de 2013

Tinta mojada en papel antiguo.

Me cae una gota de agua en la mejilla,
al parecer va a llover.
Miro al cielo y está la noche clara.
Soy tan estúpido que ni me doy cuenta que mis ojos piden a gritos un llanto profundo,
algo con lo que pueda arrancar la melancolía de mi pecho.
Pero es imposible porque ya ha echado raíces y está bien acomodada.
Observo como mis ganas de sonreír van llegando a un punto crítico;
en mi vida, algo normal.
Puedo masticar el nudo que tengo en la garganta y
ganar la batalla entre el llanto y el orgullo.
Sigo adelante y llego a mi destino,
el acantilado de la esperanza.
Me sitúo al borde, apenas estoy apoyando los talones,
dejo que el aire nórdico empuje y me dejo caer.
Justo cuando la sensación de mejora está a punto de alcanzar mi boca
el arnés del rechazo tira de mí.
Me enfado pero sonrío,
la broma me ha salido bien.
Vuelvo a la superficie,
al camino lleno de baches de vodka,
al cielo ennegrecido por la ceniza del tabaco,
a la vida de un chico de 18 años que ve al mundo como un paraíso inalcanzable.


miércoles, 27 de marzo de 2013

Profanado.

El tiempo pasa, las personas no.
Toda esta absurda vida la resumimos en momentos pasados
manchados de chocolate amargo.

Sobre mis hombros la bola del inframundo
rodeada de mal fario y olor a vainilla.
Bonita la cinta de casete que escucho
mientras mueren mis ganas de mover al que fui en su día.
Mis ojos han pasado de verlo todo gris a estar invidentes.

Aprendí a nadar en mi mar de lágrimas,
aprendí a hacer realidad mis oscuros sueños,
aprendí a romper sonrisas irónicas,
aprendí a desvanecerme entre la gente y pasar desapercibido.

Busqué piezas, encontré hostias.
Me encomendé a Dios y esperé, hasta que se me pudrieron los ánimos.
Contemplé mi reflejo en un espejo quebrado y
me dije que la gente es innecesaria.
Lo llevé a la práctica y ahora aquí me ves,
rodeado de una orgásmica rueda de autodestrucción.



lunes, 25 de marzo de 2013

De espaldas.

La demencia moral me invade,
ya no se si quererme o perderme.
Limitaciones absurdas salidas de la boca de una roca humana hacen que mi exterior se ablande
a la vez que se endurece mi interior.
¿Solución?
Huyo, dejo que mis piernas piensen y me voy.

Sentado en un tronco podrido me fumo mi último cigarro,
mi último rayo de sol.
Contemplo el agua que ante mí pasa
y detrás de ella vienen recuerdos llenos de sonrisas rotas por la distancia.
¿Llegaré a mi destino?
De espaldas y las manos atadas con palabras.

sábado, 23 de marzo de 2013

Amor escalonado

Mi vía pública destrozada pide a gritos que seas su caminante,
bendita armonía atea entre varios corazones que por sí solos se destruyen.
Aquellos amaneceres creados por acuarelas invisibles,
aquellas estúpidas cartas que manchadas de lágrimas, reflejaban alegría.
Me sumerjo en este puto mundo de cuerdos
donde no hay cabida para un loco como yo, para un pesimista,
para alguien que ve el acoso sentimental como un mero pasatiempo;
pero aún así te busco.
Con tan mala suerte que te encuentro.
Pero permanezco de pie, observándote entre la muchedumbre.
Permanezco fuerte, aunque mis piernas tiemblan al ritmo de la música rock.
Permanezco impasible ante tus indirectas.
Permanezco impasible ante tu aliento.
[...]
Despierto y te encuentro a mi lado, sonriendo,
rodeada de un inútil marco de madera verde.