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Pesimistas

Danke fürs Lesen.

sábado, 17 de octubre de 2015

Está todo bien.

Sigo buscando la definición de cordura.

Mañana nublada y fría.
Algo de luz gris entra por la ventana
y el sonido del trafico llena mi habitación.

El café no me sabe a nada y no siento el viento cuando camino por el asfalto.

El horizonte me hipnotiza mientras un profesor habla sin parar,
yo me resigno a seguir mirando cómo la lluvia comienza a caer.

Tarde borrosa y monótona.

¿Dónde estás?

[...]

Te vi aquella madrugada sola,
en mitad de un pasillo oscuro confundida.
Buscabas algo que no recuerdo
pero mi timidez hizo que ni si quiera contestase a aquel "perdona, ¿me puedes ayudar a encontrar ...?

Quizá fue el verte demasiado sola y desubicada
lo que me hizo dar la vuelta para ayudarte.
Pero claro entonces vi esos ojos grises
y, por un segundo, desaparecí de este mundo. 

[...]

El primer beso me supo amargo y ácido
entre esos árboles desnudos por el otoño
y el sonido del pequeño riachuelo me recordaba a tus clases de violín.

Amaba los viajes a ninguna parte en coche;
sobretodo cuando te quedabas dormida escuchando a Ed Sheeran.
Despertarte con un beso frío en la mejilla y dejarte caminar torpemente
hacia la habitación del hotel mientras te veo con mi sudadera puesta.
Sonrío al ver lo grande que te queda, pero me gusta.
Me gusta que luego huela a ti.

Fundir nuestros cuerpos en un abrazo vertical y cálido
hasta convertirnos en algo que no puedo explicar. 
Recorrer cada palmo de tu cuerpo con los dedos 
de forma que ni siquiera te des cuenta.

Me podría pasar la vida entera viendo como duermes
y te mueves de forma aleatoria en la cama.

De nuevo nos tiramos a la carretera
con la curiosidad de ver donde nos lleva esta vez.

Te hago creer que me molesta,
pero me encanta cuando quitas la radio para poner tu canción favorita
mientras la cantas dando gritos.
-Canta fatal joder- Pienso mientras me río.

Llegamos a una casa en mitad de la nada,
solo hay árboles, un pequeño río y silencio.
"Te encantan esas cosas tan silenciosas y evasivas
pequeña ardilla" 

Tarareas alguna canción lenta mientras cocinas,
me acerco por detrás y te quito ese mechón rubio de la cara.
Te ríes mientras me regañas por no saber cocinar
pero tu piel no me deja escuchar nada de lo que dices.


[...]

Mañana nublada y fría.
Algo de luz gris entra por la ventana
y el sonido de tu respiración llena mi habitación.