Presunto agresor de tus miedos,
frío.
Historias de amor inacabadas, historias violentas fuera de lo común.
Humor psicodélico, el LSD me invade de manera brutal;
creo.
Despierto.
-"Agg"- Pienso. La boca me sabe a metal,
mis ojos estás desorientados fijos en un recuerdo olvidado
y el sol me daña la puta retina.
Bajo, las escaleras parecen acantilados mortales giratorios,
me doy asco a mi mismo.
Busco algo de comer pero solo consigo romper todo lo que hay a mi alrededor.
Golpes involuntarios, lágrimas sólidas, pálpitos inexistentes y ruido, mucho ruido.
Sé lo que he hecho esta noche.
No quiero recordarlo, demasiado asqueroso;
tengo en los fríos labios dos marcas rojizas con una pequeña punzada de dolor.
Ignoro el cuerpo blanquecino e inerte que yace en la bañera,
cojo mi destrozada chaqueta negra y me voy mientras que en mi mente solo se repite una cosa:
-Día uno.
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