El beso de algo imaginario creado por tu sonrisa, algo irreal e invisible que provoca un cortocircuito en mi mente y obliga a mi cuerpo a obedecerte ciegamente.
Utilizas esto como ambrosía para mis labios, los dioses me tienen envidia y por eso soy, aunque no me guste, el perrito faldero más feliz del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario